sábado, 21 de junio de 2014

Obra para cuarteto y un conjunto de esculturas





                                                                 "Scientia sine art nihil est Ars sine scientia nihil est"

                                                                                                 Jean Vignoty  



                                                               

                                             

Obra para cuarteto y un conjunto de esculturas 
de Alejandro Casales
Reflexión del ritmo / Lilián Borbón

Suena el reloj, abro la cortina, tocan el timbre respira el de a lado y yo sigo pensando en la dichosa  ley de la incertidumbre: para el observador que reinterpreta al objeto, indecente y detonante para la mano que mece la pluma, existe la posibilidad. 
                                                                
                              

Desconfianza, no estoy completamente convencida de lo que ven mis oídos de lo que escuchan mis ojos.




Estos mundos alternativos que  dominan al planeta tierra, no bastan con describirlo ni observarlo ya que todo el tiempo, es calculado.  Los algoritmos son parte de la cotidianidad, no es posible dar un paso sin  seguir instrucciones, ya no nos damos cuenta que no son sólo los objetos digitales los que son constituidos por un sistema binario sino somos las personas  el principio de esta estructura mecánica.

Al abrir la página de la obra de Casales aparece un gráfico concéntrico hipnótico.

Así aparecen las imágenes con el deschavetamiento del arte como opina la mayoría, y su exhibición contemplación pública los legítima.
En un mundo virtual infestado de bacterias que no cesan, son los inventos cuasi-robóticos con encantadoras aplicaciones digitales y embrujadores videojuegos.
El insólito fervor popular suscitado de productos culturales exige tecnología, convergencia del arte y la ciencia.







Estas  esculturas son dibujos tridimensionales bloques o argollas que se repiten y son de diferentes tamaños, se observan acompañados de una exploración auditiva de cuerdas y que a su vez, llevan un ritmo, un flujo de movimiento, un grafico, es decir una secuencia. Esta es la muestra de la existencia misma de la vida.
Así es como se genera la obra con un ritmo existencial, que se produce con la organización plural  de diferentes elementos y resulta una juego armónico.
                                                                           
Estas frecuencias son resultados espectrales con la libertad de las interpretaciones que encuentran en su propio ritmo.
El dominio digital que se aprecia, también conmueve. Es el movimiento y sus vectores, el estudio con frecuencias, el temporal de la imagen tridimensional y su alineación.



“Con todo ello se conforma una sincronía  con una orientación espectral y visual única con una sensación de inminencia. Una decomposición inestable que se reconcilia con una apuesta al porvenir.” Casales


Entonces el ritmo no sólo esta en la música, esta en las artes y se lo copiamos a la naturaleza. Esta es la frecuencia de repetición en intervalos regulares y e irregulares de sonidos fuertes y débiles, largos y breves, altos y bajos en una composición. 

La forma para observar las transiciones de la grafología poética es a partir de una notación musical, y desde luego un juego sónico con el espectador.
La exploración nace de un movimiento, un ritmo y un sonido que  envejece como un volumen tridimensional. Una escultura.

El cuarteto Latinoamericano interpreta la obra escultural de Alejandro Casales con dos fragmentos llamados: Nenúfares y Acusmática. Integrado por tres hermanos, los violinistas Saul, Aarón y el cellista Alvaro Bitrán, junto con Javier Montiel, violista.

El discurso plástico en sincronía con el discurso musical  son la interacción indirecta con espectador a través de la espacialidad  y el sonido los unifica.  
Finalmente la energía mágica de las ideas esta dinámica visual tiene como objetivo involucrar al usuario a construir diferentes escenarios de acuerdo a las situaciones de observación.
Indudablemente esta reflexión al ritmo, me hace descubrir el poder de la imaginación, el enfoque del ojo artificial y la esencia de la imagen sintética. Que desde la modernidad hasta nuestros días ha dado una nueva versión y reinterpretación del mundo, aunque recordando a Leonardo da Vinci con su propia descripción de los fenómenos, como sus estudios del vuelo de los pájaros y del movimiento del agua sin tomar en cuenta a los teóricos lo ha marcado parte de la historia  inicial de la Era digital.

 Fuentes:
 La convergencia del arte y la ciencia.Weibel
Arqueología de los medios. Zielisnki 
Repensando a Flusser y las imágenes técnicas. Arlindo Machado

Para ver la obra: http://alejandrocasales.com/index.htm




2 comentarios:

  1. es uno de los mejores trabajos comentativos acerca de alejandro y su union de las artes digitales y tradicionales.

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  2. Estimada Lilian, me alegro que hayas abordado la obra de Casales. Una obra que permita aborda la cinética, la acusmática y la sinestesia, creo que el artículo aún puede generar más ideas sobre estas intenciones formales y cuestionar las mediaciones durante su proceso de contrucción. Por ejemplo, en "esculturas" las series rítimicas construyen espacialidad y movimiento derivado de una reiteración a manera de bucle. En "Nenufares", los eventos sonoros sugieren fenómenos acústicos derivados de referentes híbridos -algunos conocidos y otros indiscernibles- como una idea más escénica. Un gran abrazo y en horabuena!

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