Reflexiones de una era que apenas comienza
La Era Digital
Al hablar de Arte resulta ya en la mente una o varias ideas que
mezcladas con imágenes de distintos lenguajes artísticos denotan una vista
clásica y un tanto conservadora. A pesar de que en la actualidad el arte
contemporáneo cuanta con dispositivos artísticos distintos a los utilizados
desde antes de la posmodernidad resulta interesante como la obra va
cambiando y emerge con nuevas diferenciaciones que resuelven las necesidades
discursivas de los nuevos artistas o colectivos.
Sin embargo un giro enorme es el que
casi a la par del arte posmoderno y contemporáneo ha surgido un mundo
totalmente distinto al del mundo del arte ya conocido, pero que se mantiene
vinculado: el arte digital.
El arte digital progresivamente se ha
enriquecido constantemente con las demás disciplinas artísticas pero más aun de
la ciencia, pues es ella quien con su evolución ha aportado las bases para
crear un mundo alterno (como también lo llama Vilém Flusser en “La Apariencia
Digital”) que no se podría medir bajo los mismos parámetros que al mundo del
arte material.
Aunque al parecer el arte digital
tiene una especial unión con la Intervención artística los límites en que se
sostiene son básicamente flexibles y nada parecidos a los límites del arte
convencional.
En este caso el artista es el
generador de ideas, también el ingeniero, programador y operador entre otras
funciones, es decir, el arte digital se encuentra en un estado en el que puede
ser desarrollado por múltiples personas con funciones distintas o por una sola
persona que compense todas las herramientas necesarias para lograr el objetivo
que desea, tal como lo menciona Arlindo Machado.*
Ya en los años noventa el mismo
Edmond Couchot hacía referencia a los dispositivos digitales como una caja
negra llena de misterios o actualmente ¿Sería la caja de pandora? en donde se
conoce una de las funciones (de la cámara, sintetizador, etc.) pero el mismo
desconocimiento infinito que se tiene frente a aquella caja negra son aquellas
infinitas vertientes que se pueden explotar para una nueva posibilidad
artística.
Es así como en esta época se
vislumbra ya un cambio en lo mecánico y físico por lo científico e intangible,
cambiando de botones a programaciones, de herramientas materiales a operaciones
matemáticas y algoritmos físicos infinitos, que a diferencia de Flusser, yo creo
en su infinidad, mínimo hasta este momento en donde la tecnología, ciencia y
digitalización continua abarcando más espacios y funciones sin hallar hasta
ahora un tope.
Las posibilidades de acción entre
ciencia y arte en el plano del mundo digital son infinitas, de alguna base científica
se puede abordar cada tema en lo digital, cada subtema y hacer creaciones
programadas, robóticas, de diseño, de función, de discurso, entre otras particularidades
más.
Así pues el arte ha sido influenciado
por la ciencia y ha pasado también a ser un método, aspecto que comúnmente no sería
para el arte, aunque parezcan enemigos podrían unirse y lograr grandes cosas.
Casualmente estamos en un momento histórico
en donde sin darnos cuenta hemos dejado de concebir las cosas como eran
naturalmente, por ejemplo el carácter visual. Siendo naturalmente visible lo
material, lo que nuestros sentidos detectaban como real, actualmente el arte
digital se ha encargado de cambiar ese paradigma pues ahora lo encontramos visualmente
no es necesariamente real o tangible, puede existir físicamente o no y la digitación
se ha encargado de evolucionarnos sin darnos cuenta, captando imágenes, videos,
formas, líneas, ondas, etc. Que aun que las vemos no pertenecen al mundo
material.
Construcción social es lo que se
logra con la unión de estos grandes mundos, el científico y el artístico,
partiendo de acontecimientos sociales, para rechazarlos, aceptarlos o
adoptarlos.
Un vértice de la era digital proviene
desde la revolución industrial, desde las bases del arte cercanas a las
maquinas, la tecno-visión como estandarte de la unión técnica y visual, la separación
del cuerpo con la idea por el telégrafo, separación de la voz con el cuerpo por
el teléfono, entre otros nuevos métodos que nos acercan o separan de otros.
Ante estas separaciones y fusiones uno de los
caminos comunes basados en mejorar las competencias de los artistas digitales
es por ejemplo –como lo menciona Arlindo Machado en “Repasando a Flusser”- el
trabajo en asociación, disponer y explotar las habilidades de cada individuo
participante de la obra, con el fin de lograr mayor calidad, empuje y dar forma
a talentos diferenciados.
Para lo anterior
se puede observar el carácter de cambios emergentes en lo que comúnmente era
natural y que actualmente se fusiona con lo irreal, o más bien, con lo no
tangible. Podría analizarse la situación de la fotografía, que buscan un carácter
poético o de representación de estados de ánimo o también de la representación
exacta de una copia fiel a la real. Lo digital continua apoderándose de cualquier
idea que se quiera plasmar, como lo menciona Bazin en “Ontología de la imagen
fotográfica”.
Nekane Parejo Jiménez habla concretamente de esta
situación evolutiva de las artes, en donde aborda el salto de lo documental a
lo digital en el aspecto fotográfico, en donde se analiza ese cambio histórico y
donde se objetivan las divergencias y similitudes y cuál de las dos expresiones
alteran más la noción de la imagen real.
Ante esto ¿Qué queda? ¿En dónde estamos parados? los
destellos surgen después de la radio, ondas y sus sonidos; las imágenes de la
televisión con su información e ideas; el cine, historias y la narrativa irreal; el arte del video, la captación
de imágenes de propia mano, la narrativa descrita por nosotros mismos y las políticas
nunca aplicadas a lo digital demuestra el monstro al que nos estamos
adentrando, la total irreverencia a falta de cadenas y la total libertad.
José Luis Brea en “la era postmedia” habla de esta
libertad en los medios digitales pero también de esta evolución fluida y en
continuo avance, al punto de no encontrar una línea clara entre el creador y el
consumidor, el punto intermedio entre recibir algo y con esto provocar una
segunda reacción creativa pero que al mismo tiempo evanece y llega a dejar
obsoleta la creación anterior, una bestia devoradora y evolutiva.
La evolución de la que hablamos y de la que
actualmente se conforma en la multidisiplinariedad de los colectivos está
fuertemente arraigándose, un claro ejemplo es el colectivo multidisciplinario COCOLAB quienes realizar proyectos artísticos
y culturales de entretenimiento basados en la tecnología, opera con un equipo
de especialistas en diversos campos de las artes digitales y escénicas.
Dicho grupo de artistas comparte las ideas antes
mencionadas sobre el arte y la ciencia juntos, pues a partir de la tecnología y
características culturales o artísticas con o sin fin específico manifiesta en
sus obras la dualidad antes dicha.
Los proyectos van de lo espectacular hasta lo
sublime y creativo, manteniendo siempre un discurso cultural en el cual muestra
características de un pueblo o de una región, de una etnia o de la nación;
trabaja a partir de sonidos, luces, proyecciones, trabajos escénicos, videos,
programaciones, hasta la conformación creativa y operaria de los dispositivos tecnológicos
llevando siempre al limite los sentidos del espectador
Su obra afianza ideales ecológicos o históricos,
entretenimiento o concientización social que con sus métodos visuales,
auditivos y kinestésicos conforman un nuevo y múltiple lenguaje que es gancho
de atención, provocando un encuentro estético en quien ve su obra.
Dentro de los paramentos de la era digital vemos en
este colectivo ese trabajo artístico y científico, de estudio y de creación
donde retoma aspectos del pasado y los fusiona con lo contemporáneo.
Así es como en la nueva era que vivimos se
manifiesta el arte, un nuevo mundo que sin desplazar por completo lo clásico si
experimenta sobre nuevos soportes, manifestando al igual que su sociedad la
continua trasformación y la desesperada necesidad
cambiante de reflejarse en múltiples compuestos que expresen diversas ideas en disciplinas
unidas o separadas. Eso sí el arte digital aún no se ha explotado del todo, permanece
creciendo y en evolución, así como la sociedad, sigue buscando nuevos métodos de
encuentro.
Lic. Angel Sánchez Carrillo
Estimado Ángel, me alegro que hasya iniciado en la reflexión sobre el arte en la era digital, labor difícil desde la contemporaneidad. Hay ideas muy bien desarrollados, otras sólo mencionadas, con respecto a tu caso, el colectivo COCOLAB, me parece muy pertinente para dialogar sobre virtualidad, especificidad y estérica del arte digital mexicano. ¿No notas mucho derroche en la obra de COCOLAB? Un gran abrazo y en horabuena!
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